logo

logo

martes, 28 de diciembre de 2010

¿TE ATREVES?



3 de cada 5 mujeres sufren imperfecciones” esto nos dicen en un anuncio publicitario para que compremos una crema. Si este anuncio se repite de maneras similares unas cuantas veces a lo largo del día, de la semana, del mes… ahora entiendo por qué me pongo el pareo en la playa y por supuesto por qué me compro la crema. Pero lo bueno de este anuncio es que paradójicamente se queda corto en las cifras, ya que realmente “todas las personas sufren imperfecciones…”. Si recibimos diez mensajes del tipo “cómprate la crema”, sin recibir al menos uno que nos diga: “no pasa nada por ser imperfecta”, entonces no podemos elegir, ya que para poder elegir se necesitan al menos dos alternativas. El asunto está en que ninguna empresa te va a vender la idea de que no compres nada, así que o te dices tú misma que “no pasa nada por ser imperfecta” o entonces no podrás elegir y te verás en la obligación de comprar, no porque lo quieras sino porque te ves en la obligación de comprar algo que realmente no necesitas.
Te propongo un reto: escoge rápida y sinceramente una de las dos opciones que más encaja contigo:
¨  Me aguanto con mis imperfecciones…son un fastidio.
¨  Acepto sin complejos mis imperfecciones…porque yo lo valgo.
¿Se puede ser feliz sufriendo imperfecciones?, siendo sinceros, a primera vista podría parecer más fácil y rápido comprarse la crema sin dudarlo. Sin embargo veamos dos conceptos clave muy importantes que pueden ayudarme:
Aguantarse:soportar un peso”. Todas las personas nos cansamos de soportar pesos, tenemos un límite. Esta opción realmente no es buena, ya que aguantarse con las imperfecciones no es una actitud que me ayude, puesto que no soportaré mis imperfecciones durante mucho tiempo. Sabemos que las cosas a las que nos resistimos persisten y se mantienen, por tanto si me resisto a aceptar que tengo imperfecciones, estas me acompañarán en mi vida como algo negativo. Entonces ¡me compro la crema y ya está!, así no tengo que fastidiarme, pero el problema está en que con crema o sin ella todas las personas vamos a seguir sufriendo imperfecciones toda la vida (es algo normal), con lo cual si estoy en esta opción la crema me va a aliviar momentáneamente, pero me va a ayudar a mantener mi frustración de forma habitual.
Aceptar:asumir de buen grado algo”, pero ¡cómo me va a gustar lo imperfecto! ¡a nadie le gusta lo imperfecto!, ¡esta opción sería ir a contra corriente!. Sin embargo esta opción a pesar de las pegas es realmente buena, ya que aceptar que tengo imperfecciones es aceptar algo que es cierto y que además es normal. Lo realmente bueno de esta opción es que la crema pasa a ser lo de menos, lo importante soy yo. Me compraré entonces la crema si yo quiero, porque me apetece, porque cuida mi piel, porque me lo merezco, porque me da la gana…  ¿Te atreves a ser feliz siendo imperfecta?
¿Te has dado cuenta que otro anuncio publicitario dirigido a mujeres cambió su eslogan?, el anuncio decía “porque yo lo valgo” y pasó a decir “porque tú lo vales”. ¿Puedes intuir porqué? Vamos a analizarlo.
La realidad en nuestro país es que un porcentaje bajo de mujeres escogen rápida y sinceramente la opción: “Acepto sin complejos mis imperfecciones…porque yo lo valgo”. Detrás de esta opción hay que tener una alta autoestima a prueba de imperfecciones. Si ves en la tele a una chica supermona, superperfecta, superfamosa, que aunque sabes que está retocada por ordenador, va y te dice “porque yo lo valgo”, una mujer normal que tiene imperfecciones piensa: ¡pues ella lo vale por que es superperfecta, pero yo no lo valgo!, y consecuentemente no se percibe merecedora de comprar el champú (recordemos que según dicen 3 de cada 5 mujeres sufren imperfecciones), por tanto 3 de cada 5 mujeres no se compraban el champú, y eso no era rentable. Sin embargo si la misma chica supermona, superperfecta, superfamosa, va y te dice “porque tú lo vales”, en realidad nuevamente quieren que les compres el champú, pero una mujer normal que tiene imperfecciones simplemente se siente alagada y animada, y así da gusto comprar.
Nuestro consejo: “atrévete a aceptar sin complejos tus imperfecciones…porque tú lo vales”.
Cristóbal Rozúa Lucena. Psicólogo. Dtor Granada Psicólogos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario